jueves, 28 de julio de 2011

Formación de más internistas generales: ¿para qué?

Venezuela como muchos países latinoamericanos, tiene un perfil epidemiológico de सलुद enfermedad que lo caracteriza. Se distingue, por unas notorias diferencias en el campo de la सलुद , de los países desarrollados, debido principalmente a su pobreza, a su pobre planeación en el área de la salud y la pérdida de valores. Estos procesos, condicionados por la grave crisis económica, comprometieron severamente a los sectores sociales (salud y educación) y con ello, se profundizaron las grandes diferencias sociales que ya de por sí eran bastante significativas.
Los procesos macroeconómicos se refl ejaron y continúan haciéndolo, en la salud de la
población de diversas formas. De una parte se incrementó la pobreza crítica y por otra, los índices de desnutrición se elevaron trayendo consigo diversas enfermedades como la diarrea y la tuberculosis. Además, se observó el resurgimiento de un grupo de patologías ya con-troladas como la malaria, el cólera, el sarampión, indicadores indiscutibles de un deterioro de la calidad de vida. Para complicar el panorama, se agudizó la violencia social, resultado de la pobreza, la ignorancia y la ausencia de expectativas de superación, atentando no sólo contra la vida orgánica de la gente sino, lo más grave; mermando y debilitando su bienestar psicológico y espiritual. Hoy en día, nos matamos entre nosotros, tal vez en la búsqueda de una ilusión falsa de supervivencia.
Pero estos procesos se dan simultáneamente con el incremento de la mortalidad por enfermedades cardiovasculares, cáncer, accidentes de tránsito y tabaquismo, a pesar de todo, la esperanza de vida ha aumentado y se espera que en los próximos años, la población adulta y anciana sea cada vez más numerosa y demande los programas de salud pertinentes.
Cabe preguntarse, entonces, si es necesario replantear hacia dónde debe ir dirigida la educación de los internistas.
Este proceso, sin duda, debe traducirse en programas y servicios que respondan a las necesidades del individuo y los grupos sociales.
La praxis médica no es sólo la realización individual sino que tiene un carácter fuerte de responsabilidad colectiva, sobre todo en este momento para la salud de nuestro país. Por ello, adquieren importancias ciertas actividades como el uso racional de las tecnologías de diagnóstico y terapéutica y la de las intervenciones en el momento de la organización para la prevención de la salud.

No hay comentarios:

Publicar un comentario