La medicina puede proporcionar un ideal gratificante a aquel que le nace y desea ayudar al prójimo. La medicina interna goza de una imagen altruista a través de la cual el médico puede aliviar, acompañar y a veces curar. Esta figura de medio filántropo, benefactor, servicial y desinteresado se fortalece con el recuerdo y ejemplo del Dr. Schweitzer explotado muchas veces por la pantalla cinematográfica, o por los personajes de novelas tan conocidas como “Cuerpos y almas”.
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