martes, 17 de enero de 2012

¿Por qué escoger a un médico internista para el cuidado de su salud?

Los médicos especialistas en medicina interna, frecuentemente llamados “internistas”, nos especializamos en la medicina del adulto. Nosotros cuidamos a nuestros pacientes de por vida, desde la adolescencia (NO atendemos niños).
Los internistas tenemos especial estudio y entrenamiento en la prevención y tratamiento de las enfermedades del adulto; después de graduarnos de médicos en la Universidad, al menos 3 de los largos años de estudios formales de Post-grado subsiguientes, los dedicamos a aprender cómo prevenir, diagnosticar y tratar las enfermedades que afectan a los adultos.

Así como el pediatra es el médico especialista que se encarga de atender los niños, el médico internista es el médico especialista del paciente ADULTO y puede servirle como su médico de cabecera. Aunque los internistas NO practicamos cirugías, estamos en capacidad de realizar la evaluación cardiovascular pre-operatoria, para estudiar los pacientes, prepararlos para la cirugía y asistirlos en su manejo, con el objetivo de reducir los riesgos inherentes al procedimiento o a otras condiciones que pueda presentar el paciente.

Nuestra más importante y sofisticada herramienta diagnóstica es nuestro cerebro que integra los síntomas que nos refiere el paciente con nuestro conocimiento, aunque nos ayudamos con el examen clínico, en el que destacan la toma de la tensión arterial, el examen del fondo del ojo (donde hacemos una "biopsia viviente" de las arteriolas y fibras nerviosas cerebrales), la auscultación cardíaca y pulmonar y la palpación abdominal, entre algunas de las técnicas de examen. También podemos practicar a la cabecera del paciente electrocardiogramas, espirometrías, etc. y solicitamos exámenes paraclínicos como exámenes de laboratorio, ecosonogramas, radiografías, resonancias magnéticas etc., que van a CONFIRMAR nuestro diagnóstico clínico.

El internista está en capacidad de atenderle, tanto en problemas rutinarios como los catarros, amigdalitis, dengue o diarrea, como en casos de enfermedades tales como hipertensión arterial, diabetes, síndrome metabólico, dislipidemias como la hipercolesterolemia e hipertrigliceridemia, asma, cardiopatías, etc., y frecuentemente coordinamos e integramos el equipo de las subespecialidades que se puedan requerir para la debida atención médica integral de cada paciente en particular.

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